He de reconocer que no soy muy fan de los vestidos de novia con amplios volúmenes ni escotes palabra de honor, pero al ver este ramo de novia de vibrantes dalias el flechazo surgió instanáneo.
Los detalles de esta boda me fascinan. Lámparas chandelier de cristal a las que se une tul para establecer el telón de fondo de una ceremonia perfecta, lentejuelas y mantelerías con volantes. Todo inundado de maravillosas dalias de color naranja, rosa y tonos melocotón.
Me encanta la idea de una mesa presidencial grande, con sus 10 damas de honor y sus 10 groomsmen. Los centros florales son divinos, utilizando varias formas y tamaños para crear la dimensión, el resultado es sorprendente y sin duda se convierte en la pieza central de la boda.
¿He mencionado lo mucho que me encanta esta boda? Mi mayor enhorabuena a esta novia por la atención a los detalles y la pasión que ha puesto en la creación de esta boda «hecha a mano» pero con un femenino toque glamouroso!.