El ramo de novia, como un accesorio más del conjunto, habla de la personalidad de quien lo lleva. Apuestas por colores, por distintos volúmenes, por tipos de flor,… elecciones que se ven condicionadas por la época del año en la que se celebre nuestra boda.

Entre mis preferidos, en la imagen de cabecera, un precioso ramo diseñado por Javier Castedo, de Masshiro, con rosas spray en color rosa, lisianthus blanco, astilbe rosa y caídas de jazmín salvaje.

Para una apuesta más colorista: anémonas azules y blancas, tranchelium rosa, silver brunia e hypericum.

Y de claro aire vintage, la empuñadura de este ramo se ideó con pañuelos de encaje antiguos, antiguas joyas familiares con gran valor sentimental para la novia. Formado por rosas Austin (Patience), flor de algodón, rosas spray, tranchelium jade, escabiosa y astilbe blanco.

Una verdadera explosión de color gracias a las anémonas blancas, lisianthus rosa, viburnun verde, bouvardia rosa-fucsia e hypericum verde.

¿Otra idea? apostar por nuestra flor fetiche y darle absoluto protagonismo. En la foto de arriba, un romántico bouquet de anémonas blancas. Y en la foto posterior, una deliciosa combinación de tulipanes blancos con los más soprendentes muscari mill azul.

Masshiro
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