Teresa me escribió contándome que su velo era una colcha de tul bordado en seda de su tatarabuela, así que quise conocer todos los detalles de su boda.
Jose y ella se conocieron en la facultad durante unas prácticas, ambos estudiaban farmacia. No se habían visto antes durante el tiempo de su carrera universitaria, pero se hicieron inseparables. Antes de terminar sus estudios, se pantearon comprar una farmacia, y con eso decidido, caserse les parecía tarea fácil.
Él le pidió matrimonio con un billete de un dólar, en una cafetería de Nueva York. Sin anillo, ni falta que hacía, el mejor trato, el más valiente y el que cambiaría sus vidas se firmaría en un billete de un dólar. Un año más tarde tenían la farmacia y un año y cuatro meses después se estaban cansando.
El anillo de la pedida fue realizado a medida por unos joyeros amigos de la familia, era un anillo con piedras de colores, todo montado en oro amarillo.
El vestido de la novia era de su madrina, se lo arreglaron quienes le hacen de siempre sus vestidos de flamenca. Le llenaron la cola de carruchas y de volantes de tul, le hicieron unas mangas de tul, le cambiaron los botones y añadieron un cinturón de lazo de terciopelo que le llegaba hasta el final de la cola.
El velo era una reliquia, una colcha de tul bordado en seda por su tatarabuela, que también adaptaron como su vestido para poder llevarlo, pues era imprescindible para Teresa. El ramo fue realizado por la floristería de confianza en su familia, y en la corona, que le preparó para la recepción, se notaba cómo conoce sus gusto.
Lo primero que eligieron fue la iglesia, el santuario del Loreto en Espartinas, luego ya se fue seleccionando todo lo demás. El lugar de la celebración fue una casa alquilada por airbnb, y todo se fue adaptando a ella. Parte de su familia se quedó en ella el día de antes para poder ponerlo todo en orden. Las luces las fabricaron y pusieron entre la familia y amigos el día antes.
Para ellos, la misa era de lo más importante. Les casó Don Jesús, un amigo de la hermana de Jose e hizo que fuera, tal y como ellos querían. Las peticiones fueron leídas por sus sobrinos mayores, las lecturas por amigos íntimos y una de sus mejores amigas hizo una Monición de entrada muy especial.
Todos los detalles como sombreros de los niños, coronas de las niñas, misales, meseros,… los hicieron ellos mismos. Fue una boda en la que no contaban con un altísimo presupuesto, y que sin sus buenísimos amigos, sus familias, sus padrinos, y sin esos ángeles de la guarda que aparecen cuando menos lo esperas, la boda no hubiera sido ni la mitad de lo que fue. Fue su propio sueño de una noche de verano, la temperatura acompañó (una de las pocas noches de agosto que refrescó), era luna llena y todo el mundo se sintió como si les hubiesen invitado a cenar a su propia casa. Y es que,…¿qué mas se puede pedir?.
Fotografía: Julia Puig
Vestido de novia: Eguia, Peluquería: Jose de D. Inte, Música: Nacho Barrero, Celebración: Finca el Lobito, Catering: Travel & Cousine
Maria
mayo 22, 2017os puedo enviar las fotos de mi boda?
Cristina Duarte
mayo 22, 2017Por supuesto María!.
Escríbenos a publicacion@queridavalentina.com con alguna imagen para que podamos valorarlo.
Gracias
Elena
mayo 22, 2017Existe esa frase que dice : Si se quiere…se puede!!! y ellos están queriendo que se pueda, la farmacia, la celebración tan de casa y tan bonita a la vez, felicidades pareja
Cristina Duarte
mayo 23, 2017Una boda preciosa que demuestra que no se necesita un gran presupuesto para conseguir algo único. Enhorabuena a Teresa y Jose
Ana
octubre 30, 2018Hola Cristina!
Gracias por tu post pues me ha ayudado mucho!Nosotros nos hemos metido tambien en esta bonita locura y buscamos algo en Sevilla más tipo campo, como esta boda, y que no tenga un presupuesto alto, de hecho contamos con hacer nosotros muchas de las cosas.
No sé si es posible contactar con los novios de esta boda, si fuera asi te estaría muy agradecida.
Muchas gracias!
Cristina Duarte
octubre 30, 2018Ana, ¡enhorabuena por tu próxima boda!.
Pues a ver si los novios leen tu mensaje…
Un abrazo y disfruta mucho de los preparativos
Soledad
mayo 22, 2017Yo tambien tengo una colcha de tul de seda bordada que vino de La Habana y siempre digo que es para cuando se case mi hija la lleve.Aunque espero le quede bastante para ese dia porque es muy joven pero es mi ilusión ya que es un «tesoro» familiar
Cristina Duarte
mayo 23, 2017Qué maravilla!. Es un verdadero tesoro