Félix y María, bilbaíno y turolense se conocieron en Madrid, cuando, después de terminar la carrera, coincidieron en un Máster.
Tras un año de idas y venidas decidieron dar PLAY a su historia, que 5 años más tarde acabó en una preciosa boda.
María eligió a Valenzuela Atelier para diseñar su vestido de crêpe y gasa de seda. Buscaba un vestido sencillo y elegante, con un toque romántico que encajara a la perfección con el tipo de boda en el campo. Le dieron todo el protagonismo a la espalda, con un escote en caída de gasa de seda y una cola postiza en el mismo tejido. Además unas pequeñas hojas de guipur marcaban la cintura. El velo en rosa envejecido y la corona de flores preservadas en los mismos tonos fueron la clave para encontrar ese look elegante y sencillo.
Entró en la ermita al ritmo de Wonderwall de Oasis y pisando fuerte con zapatos de Hannibal Laguna, de ante rosa y tacón de glitter en el mismo color.
De la peluquería y maquillaje se encargó Belle Poupée, que con un estilo despeinado consiguió un toque natural y desenfadado.
Félix se decantó por un chaqué realizado a medida por Suitz. Para el chaleco eligió un tejido de saco y una corbata en verde botella que aportaron al chaqué personalidad. Con gemelos de Mont Blanc y reloj de Tag Heuer, regalo de pedida, entró a la ermita con Count on me de Bruno Mars.
Amantes de la comunicación, decidieron organizar una fiesta en el campo, lejos de formalismos y llena de diversión. Se casaron en Otero de Herreros, Segovia, en una pequeña ermita en el campo, para después seguir con la celebración en la Finca Aldeallana, Valdeprados.
Félix y María querían una boda diferente, donde los invitados fueran el centro de toda la celebración, para ello contaron con Ciboulette Catering que preparó un cóctel largo en el jardín de la finca, para luego servir un único plato principal en la carpa y culminar con su especialidad: la tarta árabe. Haciendo un guiño a la familia gallega de la novia, contaron con la presencia de una pulpeira de O Carballiño que invitó a que todos disfrutaran de pulpo con cachelos al más puro estilo a feira.
Victoria Cubo se ocupó de las flores tanto de la ermita como de la finca, con un estilo muy natural y sencillo, optó por botecitos de cristal y plantas aromáticas. La banda bonora de la celebración religiosa, al igual que la del cóctel con la colaboración de una amiga de la novia al saxofón, fue de Te Canto, con un amplio repertorio muy adaptado al tipo de boda de Félix y María.
Para congelar cada momento de ese día eligieron a Carolina Díaz Marsá, había coincidido con María trabajando de periodista y desde entonces, María es una fiel seguidora de sus trabajos. Les encantó su estilo y naturalidad.
Maria
noviembre 8, 2016Hola, la corona de donde es?
Valenzuela
noviembre 9, 2016Es de Valenzuela Atelier!
Belle Poupée Maquillaje & Peluquería
diciembre 28, 2016Que bonito Post!! Gracias por mencionarnos 😀