Irene y Diego se casaron en la Iglesia de Cobenia el pasado verano y la celebración posterior tuvo lugar en la Villa del Mentidero. Decidieron hacer la cena fuera y en mesas corridas, toda la decoración fue realizada por Llorens y Durán y Naranjas de la China. La iluminación fue realizada por Dándote Ritmo.

Irene llevaba vestido y tocado de Navascués y zapatos, realizados a medida, de Jorge Larrañaga. Llevaba en el velo cosida la toquilla con la que se había casado su abuela, ya que le hacía muchísima ilusión y que en el atelier de Navascues le dieron muy buenas ideas de como unirlo al velo. Los pendientes de brillantes del siglo XIX eran un regalo de su madre, comprado en Vendôme. Del peinado y maquillaje se encargó Gema Ledesma. Como joyas llevaba su anillo de pedida.

Todo el reportaje fotográfico es de Sara Frost y el vídeo de su boda fue realizado por Felipe Garrido.

Para más inspiración, nos leemos en Facebook, Twitter e Instagram.