A las pocas semanas de nacer Valentina, conseguimos organizar una pequeña excursión y recuerdo que fue un respiro de aire fresco a esos primeros días de aletargamiento con una recién nacida en casa. Habíamos sido siempre activos y nos encantaba viajar, por eso nos dijimos que no seríamos de esos padres que no se mueven de casa porque tienen bebés. Y así hasta ahora.
Acabamos de llegar a casa de un fin de semana los dos sólos, y ¡oh, fue algo maravilloso!. Aunque os parezca increíble, era la primera vez que hacíamos esto, tenía mis reservas a dejar a las niñas en casa. Y definitivamente las eché muchísimo de menos. ¡Pero, como os digo, hay algo increíble en una escapada sin hijos que realmente fortalece la relación!. Ahora soy firme creyente de las escapadas de parejas, al menos una vez al año. Aquí hay 5 razones por las cuales una escapada de parejas sin hijos.
