Nacho y Estefanía se conocieron en el gimnasio de su trabajo; aunque trabajaban para un mismo banco apenas se conocían, pero poco a poco empezaron a hablar y así se fueron enamorando. Cuando Nacho le planteó a Estefanía que había pedido el traslado a Londres, ella no se lo pensó dos veces e hizo lo mismo, y así pasados unos meses ambos se mudaron a la capital inglesa.
Eligieron la Finca el Campillo para celebrar su boda, donde contaron con Mar de Flores para toda la decoración floral. Para la ceremonia religiosa, se decantaron por la iglesia de la urbanización en la que viven los padres de Estefanía, Santa María de Begonia; Inma Maroto (inmamaroto86@hotmail.com) se encargó de toda la decoración.
El vestido de Estefanía fue realizado en el atelier de ¡Oh que Luna. Una falda con un sencillo top y detalles dorados en hombro y cintura. Como zapatos llevaba unos peeptoes de Úrsula Mascaro. Como joyas, llevaba unas delicadas piezas antiguas de Bárcena, regalo de su hermana y cuñado. De su peinado y maquillaje se encargaron en Chi Spa, donde la conocen y saben perfectamente lo que mejor le va.
Nacho estaba impecable con su chaquet azul marino, hecho a medida por Anglomanía.
Como a Nacho le encanta la cerveza, Estefanía le preparó un pequeño corner de cerveza a modo de sorpresa. El reportaje fotográfico fue realizado por María López-Jurado, un acierto 100, y del vídeo se encargaron GLM Audiovisuales.
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jose antonio
diciembre 5, 2014Una pena,, con lo bonito que es el vestido y corte que tiene, no haberle puesto unas mangas, hubiese sido perfecto y elegante.