Lo único que tenían claro Ana y Carlos era que querían casarse en «su sitio», y no querían una boda convencional, querían que fuese especial, única. Conocían a la wedding planner Ana Longás de siempre, así que tras ver el excelente trabajo que hacían con sus eventos, decidieron ponerse en sus manos. Desde un principio, Ana y Violeta les orientaron muy bien y fueron pieza fundamental en toda la organización.
Ana optó por un vestido de cortes limpios con amplio escote en la espalda, que acompañaba con un cinturón con toques bronce a juego con su tocado. Como zapatos se decidió por unas sandalias en tonos bronce y como ramo de novia, una delicada composición donde destacaba el astilbe rosa.
La localización era perefecta, cerca de donde vivían la mayoría de sus invitados. Una finca que lo tenía todo: una encantadora capilla, un precioso jardín donde poder celebrar el cóctel y un fantástico castillo donde celebrar el baile.
Y en su gran día, todo salió perfecto, desde el delicioso catering de Mahercatering, hasta el magnífico sonido a cargo de Rampa, el genial vídeo realizado por Un par de medias, la maravillosa fotografía de Días de vino y rosas, su dj Juanra de Canela.
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Sonia
diciembre 3, 2014Muy bonito el vestido, le faltó el velo .
Rosa
diciembre 4, 2014Una novia juvenil y guapa. Me encanta que el tocado que lleva y sin velo. Una opción muy favorecedora para ella. El vestido precioso con una espalda de vértigo y un detalle en la cintura muy original.
ana
diciembre 5, 2014Me encanta, para mí está perfecta