Risas … lloros … juegos … peleas. Una habitación de hermanos (as) compartida es un auténtico hervidero de actividad y necesidades. Cuando me planteé redecorar la habitación de Valentina para la llegada de Camila, reconozco que pensaba en tener dos habitaciones diferentes, pero finalmente decidí que crear un dormitorio compartido y una habitación de juegos era mucho más conveniente.
Todo esto implica quizá más del doble de trabajo para conseguir integrar personalidades y necesidades (de un bebé y de un toddler por ejemplo), y se convierte en una tarea complicada poder acomodar almacenamiento, espacio y estilo individual de cada niño.
