Maria José y Quique se conocieron con 16 años, él era el mejor amigo del novio de una amiga de la hermana de ella y habían coincidido en varias fiestas. Pero no fue hasta años después cuando volvieron a coincidir en una fiesta y ya no se separaron.
Cinco años después de aquel reencuentro, Quique se levantó temprano, salió de casa y volvió con una cesta con un desayuno increíble, en el fondo, en una caja de cupcake, estaba un precioso anillo precioso. Se casaron en la iglesia catedral Castrense de Madrid.
Su vestido era sencillo, de manga larga con puño de camisa, falda con movimiento y espalda abierta con caída de tul a ambos lados.
Los zapatos fueron realizados a medida en dos tipos de piel en color rosa, para darle el toque de color al vestido.
En el pelo llevaba el mismo tocado que había lucido su madre en el día de su boda. Dos ramilletes de camelias blancas, fue muy especial poder llevarlo para Maria José ya que había fallecido un año antes, y así pudo estar presente en un día tan especial.
Como joyas llevaba su anillo de pedida y unos pendientes de diamantes, regalo de sus amigas en su despedida de soltera.
Sirvieron un cóctel al aire libre, con la música en directo de un saxofonista. La cena tuvo lugar en el invernadero, un lugar mágico.
La decoración de la finca hizo que se convirtiese en el sitio perfecto para celebrar el día más importante de sus vidas.
Desde el primer momento tenían claro que querían contar con Instantánea & Tomaprimera para captar cada uno de los momentos. Conocían su trabajo desde hacía años, sabían cómo trabajaban y sobre todo la naturalidad de cada una de las fotos y vídeos. Hacen que revivir su boda sea posible.
+ Fotos: Instantánea & Tomaprimera I Vestido: Beba’s Closet I Ramo de novia: Un Patio con Flores I Maquillaje y Peluquería: Mayte Lucas I Zapatos: Resán I Saxo: Antonio Montes de Oca I Decoración: Inés Urquijo I Catering: La Cococha I DJ: Dandoteritmo I Celebración: Finca Las Jarillas +