Hace un par de semanas fuimos a conocer a Lola, la tercera hija de unos amigos, y las niñas quedaron sorprendidas al ver a un bebé tan pequeño. Después, Valentina me inundó de preguntas que me hicieron reflexionar sobre estos últimos tres años y cómo cada año ha sido diferente.
Sin lugar a dudas, ser madre ha sido el trabajo más duro pero más gratificante que he tenido nunca. Estoy segura de que muchas de vosotras estaréis de acuerdo conmigo con esta reflexión.