He de reconocer que siempre me han gustado los retos. Yo era más de sacar un notable en econometría que de aprobar alguna de aquellas asignaturas que todos escogíamos de relleno porque daban créditos y eran facilonas. Y bajo esta premisa me decidí por la lactancia materna.

También es cierto que nunca antes me lo había planteado, y veía a mis amigas que optaban por la fórmula y me sentía totalmente identificada y sentía propias sus razones sobre el uso de biberones. Tampoco nunca me he sentido presionada por lo que parece ser la nueva corriente, y en la que si no das leche materna a tu bebé al menos 6 meses casi que te sobra el apelativo de madre…. Yo no creo que en eso se mida tu capacidad de amor y de entrega, pero está claro que hay opiniones de todo tipo y éste es un tema muy controvertido.

Fuera de polémicas, y dicho sea de paso que para mí todas las mamis son unas valientes opten por fórmula o no, en mi caso llevo 5 semanas con la opción que elegí, la lactancia materna, y he de deciros que es probablemente lo más duro que he vivido hasta ahora. Puede ser que haya habido agrabantes en esta situación como el hecho de que una «super baby» como mini Valentina, de más de 4 kilos al nacer, demande con más frecuencia que un recién nacido más pequeño; que a la vez que le doy de comer a mi gordita me pego un repaso por mis redes sociales; que el aterrizaje en casa después de la clínica no fue tan idílico como esperaba;… sea lo que fuere, la lactancia materna es un verdadero reto.

Lo que si bien es cierto es que hay «ayudas» que nos hacen todo mucho más fácil, como es el uso de biberones con leche materna. Descubrí la marca Medela semanas antes de dar a luz porque todas mis amigas hablaban de su maravillosa gama de productos. Ciertamente me he hecho adicta y os los recomiendo totalmente. Yo uso su nuevo sacaleches Swing Maxi, es súper cómodo y además recientes estudios comprueban que la mamá conseguirá hasta un 18 % más de leche. Y a mini Valentina le apasiona Calma, un sistema de alimentación creado exclusivamente para leche materna con el que el bebé mantiene su comportamiento natural de succión, haciendo pausas y respirando de manera similar a como lo haría en el pecho. Además con Calma el papá también se puede involucrar y fomentar también su vínculo con el bebé.

Y también, complementan mi kit perfecto de lactancia:

1. Cojín de lactancia: resulta verdaderamente útil y tus lumbares te lo agradecerán.

2. Crema purelan de Medela, de la que ya os había hablado anteriormente.

3. Camisón amplio y cómodo con abertura lateral o superior. Yo estoy enamorada de mi modelo en raso de Miss Camisones.

4. Una bolsita para recoger y mantener siempre ordenados todos tus gadgets. Me encanta esta de Storksak en color gris antracita.

5. Y lo más importante: PACIENCIA. Y muchos mimitos que ahora más que nunca es cuando necesitáis que os cuiden. Vuestra salud y estado físico repercute directamente en vuestros bebés.

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