Lola y su hermana Rocío son lectoras del blog, ya que les sirvió de inspiración para la boda de Rocío hace dos años y ahora, además de ayudarles con la organización de la de Lola, siguen «enganchadas» en parte porque Rocío ya he tenido su primer bebé y les encantan las publicaciones de niños.

Lola y Pablo viven en Alemania, así que toda la organización fue a distancia. Son muy organizados, tal y como me confiesa su hermana Rocío, así que en poco tiempo habían cerrado muchos imprescindibles.

Lola estuvo durante un tiempo mirando diseños de novias por internet, y empezó a hacer bocetos de lo que tenía en su mente. Acudió al atelier de Paloma Cerezal, y fue amor a primera vista. Ella quería darle un toque de color al conjunto, por lo que decidió hacerlo con los pendientes y una tiara de Joyería Micaela de Sevilla que se llama Micaela. Los pendientes, al igual que la tiara, eran de cuarzo rosa, rubí y esmeralda.

Los zapatos eran de Gadea en color rosa nude. Las uñas las llevaba en color vino tinto, y el ramo iba a juego con todo el conjunto, en tonos rosas y burdeos, con hortensias, rosas inglesas y astilbe. Del maquillaje y la peluquería se encargó Juana Poyatos, de Jerez de la Frontera.

Pablo se hizo un chaquet a medida en un sastre en San Fernando, un modelo clásico. La corbata, regalo de Lola, era de Seelk y llevaba sus iniciales.

Para desplazarse a la iglesia llevaban un escarabajo antiguo descapotable en color crudo.

La ceremonia religiosa fue en San Fernando, La Carraca, una iglesia en un antiguo poblado militar. La celebración fue en Bodegas Velez con catering servido por Momento Andaluz.!

Para las fotos eligieron a un fotógrafo sevillano, Miguel Jiménez. Y para el vídeo a Cayuela Videos.