Fue ver las imágenes que Miguel Jiménez me envió de la boda de Cristina e Ignacio, y sentir amor a primera vista de su estilazo y, como no, de este espectacular diseño de Marcela Mansergas. Cristina es el verdadero ejemplo de una novia sin manga larga absolutamente irresistible, y aunque yo soy ultra fan de las mangas, Cristina está perfecta y no añadiría ni un sólo detalle más a su outfit.

Su vestido fue realizado por Marcela Mansergas, Cristina visitó su atelier y le encantaron sus propuetas. Partieron de una preciosa camisa y fueron realizando modificaciones sobre ella. Sus zapatos eran unos Jimmy Choo con un toque glitter. Como joyas llevaba su anillo de pedida y unos brillantes, regalo de sus suegros. Del peinado y la peluquería se encargó Silvia, de El Tocador. La madre de Cristina vestía de Alfredo Villalba y su hermana ideal de Cortana.

La madrina vestía de Encarna Pascua con mantilla antigua familiar. E ignacio estaba muy elegante con chaquet de Hackett.

Aunque Cristina e Ignacio viven en Madrid, se casaron en Segovia, ya que Cristina es de allí. La hermana de Cristina es interiorista y les ayudó con la decoración y todos los detalles. La Iglesia escogida fue San Martín, en el centro de la ciudad. La cena fue en el Hotel Convento de Capuchinos, un antiguo convento rehabilitado y fue servida por el Restaurante Villena, amigos de la familia y en los que confían totalmente y fue un éxito absoluto.

Del ramo de Cristina, y de todas las flores, tanto de la iglesia como del lugar de la celebración, se ocupó Floreale, y el resultado no podía ser más ideal. También les ayudó con la decoración una de sus mejores amigas, propietaria de The Flea, una tienda con detalles geniales.

El precioso reportaje fotográfico es de Miguel Jiménez.

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