Belén me escribió contándome la ilusión que le hacía poder enviarme algunas de las fotos del día de su boda, pues los meses anteriores a su gran día los había pasado entrando una y otra vez en mi blog buscando otras bodas e imaginándose cómo podría ser la suya (y me confiesa que a fecha de hoy sigue siendo una fiel seguidora).
Llevaban 11 años de novios cuando Jorge, en una escapada sorpresa a Lisboa, decidió pedirle matrimonio en el Castillo de San Jorge. Le pareció que era la ciudad perfecta, porque en ella también se encontraba la Torre de Belén. Ellos eran compañeros de colegio desde la infancia, los dos habían estudiado en el colegio Claret de Sevilla, así que tuvieron muy clara la elección del lugar para la ceremonia, sería la propia capilla del colegio.
