Alex y Lucía se casaron justo el día de su séptimo aniversario de novios, en una ceremonia religiosa, celebrada por un sacerdote amigo, en la Basílica Pontífica de San Miguel, de Madrid.

Lucía se decantó por un vestido en crêpe italiano y gasa de seda natural realizado por ¡Oh que luna. Destacaban las mangas y el bordado en oro viejo de la espalda. La conexión con Pilar y María, de ¡Oh que luna, funcionó desde el primer momento y el resultado fue un delicado trabajo de todo el equipo.

Lucía combinó su vestido con unos zapatos en tonos amarillos, naranjas y dorados de Uterqüe.

Como joyas, lució su anillo de pedida, un solitario de Yanes. Y como algo prestado: unos pendientes largos de brillantes en tamaño creciente con una perla australiana al final, de la joyería Aguayo, de su hermana Rocío.

Del maquillaje y el peinado se encargaron en Dasha Peluqueros, especialistas en novias. Su ramo de novia, diseñado por Las Mariposas, estaba compuesto de rosas de color té con botones verdes.

La celebración posterior tuvo lugar en la finca El Tomillar, con catering de El Senescal.

De la fotografía se encargó Jimena, de Volvoreta Bodas, gran amiga de la familia y excelente profesional, que nos encanta!.

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