Xabier y Ana se conocieron trabajando juntos en Rota. Él es de Pontevedra, y ella de Jerez. Comenzaron a trabajar en la misma empresa casi a la vez y al poco tiempo les destinaron a los dos a Washington, y ahí fue donde empezó su historia…
Se casaron en otoño en la iglesia de San Miguel en Jerez de la Frontera y para la celebración buscaron un lugar emblemático, ya que tenían muchos invitados de fuera. Además, ofrecieron la posibilidad de asistir a un espectáculo ecuestre. También celebraron una preboda con un grupo flamenco y aperitivos.
En la primera cita, en el atelier donde realizaron su vestido, se probó algunos modelos y a partir de ahí empezaron a diseñar el suyo propio. El resultado fue sencillo y atemporal, pero con el toque especial que le dieron los botones junto con la enagua de gasa de seda. Los zapatos eran de color verde oliva, y después, para el baile, se puso unas alpargatas en el mismo tono.
En la cabeza quería llevar un tocado sencillo que permitiera resaltar los pendientes que llevaba. Sus amigas Alicia y Cristina le hicieron justo lo que quería, dos peinetas pequeñitas para llevar encima del moño de bailarina. La verdad es que habría querido podido lucir una corona, pero quería darle todo el protagonismo a sus pendientes, que eran de estilo art déco del siglo XIX de oro blanco, con brillantes y una perla, que su abuela le regaló cuando era pequeña por ser su ahijada, para que los llevara el día de su boda. Fue súper especial porque desde pequeña ya sabía que esos serían sus pendientes de novia, y llevaban años guardados en su cajita esperando el gran día.
El ramo fue de eucalipto y rositas spray en color rosa empolvado.
Llegó a la iglesia del brazo de su padre y acompañada por sus niñas del cortejo, que iban guapísimas vestidas con detalles también en verde oliva.
La fotografía fue de Encarnación Campanario, que fue su primera opción de siempre porque estaban enamorados de su trabajo. La elegancia de sus reportajes fotográficos les tenían totalmente conquistados.
El ambiente de la cena en el jardín, con todas las flores, velas y con la gran palmera con lámparas en el centro, fue mágico.
De regalo pusieron unas botellas, caligrafiadas con el nombre de cada invitado, rellenas de Pedro Ximénez (D.O. Sherry) para los gallegos y extranjeros, para los andaluces pusieron licores gallegos.
+ Fotos: Encarnación Campanario I Vestido: Teresa Baena I Peinetas: MdePaulet I Ramo de novia: Enea I Maquillaje y Peluquería: Irene Taviel de Andrade I Zapatos: Salo Madrid I Alpargatas: Mint and Rose I Cortejo: Teresa y Leticia I Vídeo: Canvas I Catering: Delfín Delicatessen I Celebración: Recreo de las Cadenas de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre +