Nacho y Noelia se conocieron online y realmente estaban destinados, a los 3 meses se fueron a vivir juntos y a los 2 años, en una cabaña de Costa Rica, él le pidió que se casaran.

Les encanta viajar así que elegir dónde celebrarían su boda les costó bastante, al final por su estilo rural y por su localización entre Burgos y Madrid se decidieron por la Finca Aldeallana en Segovia.

Para el vestido tenía claro que quería algo diferente, sencillo pero con estilo, buscó en internet y descubrió el trabajo de Lucía de Miguel, de Demi. Le explicó lo que tenía en mente y en la segunda cita Lucía tenía preparadas 3 preciosas ilustraciones de lo que sería su vestido, le encantaron!. En las pruebas se mostró profesional, cercana, comprensiva… e incluso conoció a su madre y sus tocados, y se decidió por llevar uno en el día de su boda.

Del maquillaje se encargó Sara Miller, que junto con Virginia, encargada de su peinado, consiguieron un conjunto perfecto.

A sus mejores amigas, que ejercían de auténticas «bridesmaids» conseguió vestirlas igual, le costó un poco porque no es una tradición en España, pero a Noelia le hacía ilusión y es lo que tienen las buenas amigas que verte feliz…

Nacho quería un traje con estilo, se decantó por Tom Black, una propuesta elegante con toques modernos.

Noelia tenía claro que al ser diseñadora gráfica su involucración iba a ser total, desde las invitaciones, hasta la página web, las minutas, la decoración de las mesas… Mil detalles, para los que contó con la ayuda de Nacho y ambas familias.

El catering fue servido por Ciboullette y de la música se encargaron en Dándote ritmo.

A los fotógrafos de The creative shot les conocieron a través de la boda de unos amigos, y les gustó mucho su estilo. El vídeo fue realizado por Marmellata.