María me escribió contándome que levaba años consultado a diario el blog, mucho antes de estar prometida, pues soñaba con ese día y le gustaba ir cogiendo ideas.

Carlos y María se conocieron hace 10 años en el Corpus de Granada, desde ese momento comenzó su historia juntos. Diez años después, en la misma caseta de feria en la que se vieron por primera vez, Carlos le hizo la gran pregunta con un precioso anillo en su mano.

La ceremonia fue en la Basílica de San Juan de Dios, declarada patrimonio de la humanidad, es la iglesia en la que se casaron los padres de María por lo que le hacía especial ilusión. La celebración posterior tuvo lugar en la Hacienda Señorío de Nevada, una bodega y hotel granadino rodeado de viñedos, jardines y con vistas a Sierra Nevada. De las fotos se encargó Krum Krumov.

En cuanto a su vestido, buscaba algo muy sencillo y, después de distintas pruebas y bocetos elegió el modelo Dylan de Rosa Clará, un vestido totalmente ajustado con manga larga, espalda descubierta. Llevaba zapatos en color nude de Hannibal Laguna y como joyas llevaba su anillo de pedida de Aristocrazy y pendientes de diamantes y zafiros de su tía paterna. Acompañó el conjunto de un tocado personalizado con pistilos, regalo de su amiga Rocío, de Tocados Heras. Yaiza, de Mary Kay, se encargó del maquillaje y de retocar posteriormente a todos los invitados en un divertido beauty corner, y del peinado su tía materna. El ramo fue obra de Atrezzo, al igual que los centros de mesa y algunos ramos decorando el candy bar y el beauty corner.

Carlos llevaba chaquet de Carolina Herrera, camisa de Hackett, corbata de Scalpers, zapatos Lottusse y gemelos de Carolina Herrera, regalo de María días antes de la boda.