Inicialmente, la celebración de su segundo cumpleaños iba a ser una reunión informal con nuestra pequeña familia de Barcelona, nuestros amigos más cercanos. Pero una cosa llevó a la otra y al final acabé dándome cuenta que ella también necesitaba su propia fiesta de cumpleaños, con sus amiguitos.
Pablo y yo no tenemos familia aquí en Barcelona, así que cuando nuestros amigos supieron que Camila cumplía 2 años, quisieron acompañarnos en este día. Y como este año las niñas habían cambiado de colegio y no conocíamos aún a mucha gente en el nuevo centro, decidimos hacer todo lo posible para que esta fuese una buena razón para reunir a todos sus compñaeros de clase. A medida que más y más niños de la clase y amigos comenzaron a confirmar su asistencia, me di cuenta de que no podía planear esto por mi cuenta, así que decidí llamar a mis queridas party makers, de Hip Hip Hurray (también trabajamos juntas en el primer cumpleaños de Camila y en la fiesta de sirenas de Valentina) para que me ayudaran a comenzar.